Comenzamos con la cuestión del producto en sí. Todos los productos hortícolas cultivados en huertos domésticos tienden a ser más saludables debido a la exclusión de pesticidas y, posteriormente, al consumo de alimentos no procesados. Estos beneficios tienen un impacto tanto en la salud física como en el bienestar mental de las personas.

Teniendo en cuenta factores económicos, donde los precios más altos de los alimentos orgánicos son un obstáculo para algunos presupuestos, cultivar representa un ahorro financiero en lo que respecta a productos frescos.

Tampoco podemos pasar por alto que la tendencia está impulsada por una conciencia ambiental que busca controlar la huella ecológica y promover un saludable contacto con la naturaleza.

Además de los factores mencionados, podríamos agregar otros que hacen que los huertos urbanos, verticales, educativos, comunitarios y empresariales sean una excelente noticia para la salud, las finanzas, el medio ambiente y la forma en que percibimos e intervenimos en la realidad.